VOCES EN LAS ONDAS
Corilín
En el patio de un colegio había muchos insectos, y todos salían a la hora del recreo, porque les encantaba ver a los niños jugar. Un buen día, uno de los insectos decidió ir a hablar con una niña que estaba sola.
- Hola, me llamo Corilín.
La niña no sabía de donde venía esa voz, y empezó a buscar a quien le había hablado.
- Hola, yo soy Elena, ¿Quién eres?
Corilín, que le encantaba jugar a las adivinanzas le dijo:
- No hago ruido al caminar,
ando sin piernas.
Tengo cuernos y no soy
toro, yo no me mojo
aunque llueva,
nunca salgo de mi casa,
solo asomo la cabeza.
Duermo mucho, como hierva
y me encanta el sol.
La niña era muy inteligente y enseguida supo de quién se trataba.
- ¡Eres un caracol!
- Sí, ¡Lo adivinaste! ¿Por qué estás aquí sola?¿Quieres jugar conmigo?
- Me encantaría, pero estoy aquí porque ahora tengo que leer un trabalenguas en clase y quiero sabérmelo muy bien.
- Vale, pues vamos a hacer una cosa, tú me recitas tu trabalenguas y después jugamos juntos. ¿Qué te parece?
- ¡Genial! "Lado Ledo Lido Lodo Ludo, decirlo al revés lo dudo. Ludo Lodo Lido Ledo Lado, ¡qué trabajo me ha costado!"
El caracol se quedó asombrado pues la niña realmente era muy inteligente.
- Lo has hecho genial Elena, seguro que le encanta a todo el mundo. ¡Ahora vamos a divertirnos!
Elena y Corilín estuvieron todo el recreo jugando al escondite, y aunque normalmente siempre ganaba Corilín, Elena estuvo muy feliz y, además, ganó un amigo para siempre.
Muy bien hecho Carolina, me encanta la voz que le has puesto a mi cuento, y además, se nota que lees genial. Enhorabuena.
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